El maldito castillo de naipes llamado familia
El maldito castillo de naipes llamado familia se desarma, las cartas caen una y otra vez, caen, se levantan, flotando, bailando en un burlesco baile llamado mentira. Un señor nos pretende engañar, y doy mi vida que no logra engañarse ni a sà mismo, ni lo que siente por nosotros. Un eterno desfile entre sà y no, donde nunca se sabe el final de la historia, la resolución a tanto pisotear nuestra dignidad desde que tengo memoria. No sé si se irá o se queda, no lo sé, ya no me importa. El sueño de infante inocente, de tener una familia normal, se perdió hace años, entre faldas, rouge barato y polvo, entre la irresponsabilidad de alguien que jamás quiso asumir su condición de no amarnos lo suficiente como para dejar de hacernos sufrir. Murió en el cuerpo de una niña, que con sus propios ojos, a los siete años, comprobaba que nunca tuvo al Ãdolo que la mayorÃa suele tener en su tierna infancia, llamado PADRE, alguien que a los siete años ya tiene que razonar como un adulto de corazón envejecido. No podÃa caer del pedestal, pues nunca lo subà a planos tan superiores en mi vida, no sabÃa como hacerlo después de todo. |
1 Comments:
el cine, el cine... estoy tan atontada que ya ni puedo pensar bien, paresco sonambula a veces. puta la wea!, quiero dar luego ese examen, que sea lo que sea y punto, para poder ponerme a trabajar... por la cresta...
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