una desterrada más de la muerte

lunes

para Elizabeth

Que va a ser de mí si me sorprende la mañana, en mi corazón de tierra, en mis ojos de campana. sí, que va a ser de mí y de mi cuerpo mutilado; un espacio eternizado al esperador de un sueño, un delirio exorcizado, un árbol seco en mi recuerdo. Que va a ser de de mí ante el potente rayo dfe la luna; una escarcha sin colores, una lluvia sin dulzura, una reina sin honores, un disfráz sin ataduras.
Sí, que va a ser de mí ante el volcán de tu mirada triste, ante tus ojos de plata, la esperanza que bebiste, tus manitos atrapadas en el son de tu panal que copn premura embiste mi cuerpo taladrado por tu sonrisa amada.
Que va a ser de mí si me sorprende la mañana en una desnudez eterna, en mi exangüe nota amarga, en el matutino beso que no espera, en el frío rojo de mi sangre opaca.
Que va a ser de mí y de la muerte si no llega; un tiempo donado al viento, una frustración sin tregua, un fragmento del silencio y de mi inútil tonta espera.
Sí, que va a ser de mí sin ti, no poder morir en tus alas de nubes perfumadas, no ser llamadas por la muerte al mismo tiempo, en mi brisa delirante pierdo tu llamado errante.
Core niña, vete a esconder en tu hermoso arco iris, sálvate de este pecado que soy yo, no vueles conmigo, no acerques tus manos al fuego de las mías, cuidate de mi soledad sin retorno seguro.

estaba tarareando una canción en mi mente cuando comencé a pensar en ti, el principio es la letra de la cancion, el resto salió de esta envenenada cabeza. Adios, te quiero, nos vemos si estoy viva para el miercoles, lo más probable, nuevamente te quiero.

miércoles

me encontraba en mi casa, sentada en mi sillón de nubes, espolvoreando azúcar al viento, pensando en nada. Esperaba algo, esperaba algo que de tanto demorar olvidé en el tintero de la vida. Recordé que hace muchos años quise volar, me subí a una estrella, pero caí al vacío y quedé temerosa de surcar los cielos. Una vez me hablaron del espíritu que habita el encino, quise conocerlo, pero hasta el día de hoy mis piernas no han respondido a mi llamado interior.
Aquí sigo sentada en mi sillón de nubes, esparciendo cristales en la tierra. Y sigo pensando, esperando nada, con la imagen de aquel encino, queriendo conocer al espíritu que le habita para poder acallar la soledad que me taladra, que destroza mi silencio, que hunde mi cabeza en la almohada.
Voy a caminar, este sillón hoy ya quema, trato de levantarme, mas no puedo, me desespero, mis piernas no son capaces de sostenerme, había olvidad que mi cuerpo se ha atrofiado al mismo tiempo que mi alma. Ya no soy capaz de amar, ya nada queda, ya nada puedo hacer, la espera se llevó mi corazón y mi sangre, ya no puedo levantarme, me duele... estoy en mi casa, sentada en mi sillón de nubes, espolvoreando azucar al viento, esperando algo que ya olvidé, esperando nada, esperando ya nada...


Stgo 21 de septiembre del 2005

Robando alas a un sueño,
atando nudos en mi cielo,
un día me encontré abrazada a mi cuerpo,
mi cintura hecha lamentos sin tus dedos,
corrí por mi cuarto buscando algo de ti,
saber que aún existías entre mis recuerdos
polvorientos, escasos, etéreos.
Tu rostro de ángel se poso en mis labios,
una breve imagen adolorida de ti
encontrarte en un surrealista momento
era mi ritual de ninfa despreciada.
Tu voz de incienso penetró mis oídos,
no puedo olvidarla y ese es el pecado
de este espíritu a la muerte condenado.
Esperar un te amo es mi frustración.
Mi jardín de rosas muertas es mi horrible tortura.
Con premura asesina asesiné mi corazón
clavando inquisidoras dagas en mi piel
de paloma herida y sin calor.
Aquella tarde de diciembre
se desangró mi esperanza hasta la agonía
de una lágrima en nombre del dolor
de esta pobre carroña arrepentida
de posar sus fatales ojos en tu voz.



Sgto. 26 de octubre del 2005


Nelly Encina Aguilar

espinas en el corazón

Robando alas a un sueño,
atando nudos en mi cielo,
un día me encontré abrazada a mi cuerpo,
mi cintura hecha lamentos sin tus dedos,
corrí por mi cuarto buscando algo de ti,
saber que aún existías entre mis recuerdos
polvorientos, escasos, etéreos.
Tu rostro de ángel se poso en mis labios,
una breve imagen adolorida de ti
encontrarte en un surrealista momento
era mi ritual de ninfa despreciada.
Tu voz de incienso penetró mis oídos,
no puedo olvidarla y ese es el pecado
de este espíritu a la muerte condenado.
Esperar un te amo es mi frustración.
Mi jardín de rosas muertas es mi horrible tortura.
Con premura asesina asesiné mi corazón
clavando inquisidoras dagas en mi piel
de paloma herida y sin calor.
Aquella tarde de diciembre
se desangró mi esperanza hasta la agonía
de una lágrima en nombre del dolor
de esta pobre carroña arrepentida
de posar sus fatales ojos en tu voz.



Sgto. 26 de octubre del 2005


Nelly Encina Aguilar

La copa de tu tímida sangre.

Mira niña mía, aquí renuevo mi blog para que lo leas, por si no adivinas esto se lo escribí al niño (segurito, es más viejo) por el cual recorrimos todo Santiago sólo para darle "galletitas". ya sabes, él me inspira demasiado, y no pienses mal, independiente del sueño "horrible" que tuve el otro día con él. Pero no sé si pueda mandarselo a su correo, puede que piense que es un "joteo barato", aunque no sea para nada eso, ya sabes como es él. Dime si se entiende la idea porfis, para saber si puedo entregarle este escrito sin que se confunda su nostalgica alma de ser atrapado más en sí mismo que en el mundo.


la copa de tu tímida sangre.

Déjame beber de tu sangre y tus secretos en mi copa de cristal, copa que guardo en mi despensa olvidada por tu voz. Déjame conocer el temor que envenena tu caminar, que te hace caer hasta el infierno de tu soledad buscada concientemente por ti, déjame escudriñar la médula de tu tristeza sin retorno. Déjame cruzar el umbral de tu mundo y poder conocer al misterioso personaje en el que te has convertido para mí.
Si tan sólo me dejases ser amiga de tu dolor y conocerte más allá de la fría pantalla que se ofrece al espectador distante de tu persona. Muchacho poseedor en la mirada de cierto halo de maldad, me encantaría poder romper el grueso hielo que separa nuestras almas de ermitaños.
Yo, una simple cobra que se condenó a sí misma a arrastrarse sin descanso por el planeta, talvez no encuentro las palabras precisas para comunicar. Tú, tan atrapado y compacto, no tienes palabra alguna dentro de ti para ofrecer a las cenizas de mi luna perdida.
Entre mis labios mudos y tu mirada errante no se logra más que el silencio mutuo. Las pisadas en la arena de una playa sin sol nunca podrán ser de los dos, los atardeceres raudos marcan un camino solitario que muy en el fondo fue buscado en las aguas turbias de nuestro interior.
Una amistad que aún espero llegue al puerto de los colores de mi trizado espejo llamado vida. Puedo esperar y no esperar por tus palabras. Sólo espero una mirada amable que no me haga sentir desdoblada. Yo procuraré seguir aquí en mi tormentosa nube existencial. Me gustaría encontrar en ti más que luz oscuridad, que de tan espesa parezca un tenue universo esperando la muerte en otoño. Mientras tanto en mi habitación puedo seguir contemplando el polvo de los muros, la luz que se refleja en los rostros de mujeres que he dibujado en mi cuaderno...
Ya es tarde y debo partir con Morfeo y abrazarme a su cuerpo antes que muera el esqueleto de esta noche. Adiós


Sgto. 26 de octubre del 2005 02:10 AM.


Nelly Encina Aguilar

jueves

he renegado tanto de estar sola, de hecho sólo basta leer la entrada anterior para darse cuenta de ello. Hoy estoy confundida, me he dado cuenta que la soledad tan repelida por mi alma era mi crónica amante buscada por mi misma desde hace ya mucho tiempo. No sé que me pasa... talvez me gusta porque mi relacion con ella consta de esa pseudocruel pasión que es capaz de roer hasta la fibra más solida de mi corazón. Creo que soy una masoquista, siempre terminó queriendo a quien es cruel e indiferente conmigo, al parecer es lo que me gusta (que debo ir a psicólogo?!... talvez)

la avecita resultó ser soberbia de corazón, ya no sabe lo que quiere y está confundida con el batir de sus alas. Le asustó la idea de encontrar su jauría, ha descubierto que ama y odia su soledad y es ese el desequilibrio perfecto para su pequeño cuerpecito de anís... la avecilla traicionera ya no sabe que pensar... se extraña de sus ojos, quiere donarlos al viento para que a través de él pueda ser más libre aun que ella misma. avecita de alas derretidas, adoloridas de caminar, confundidas de lágrimas y risas al azar...


ya no puedo... the right to live in peace!!

he renegado tanto de estar sola, de hecho sólo basta leer la entrada anterior para darse cuenta de ello. Hoy estoy confundida, me he dado cuenta que la soledad tan repelida por mi alma era mi crónica amante buscada por mi misma desde hace ya mucho tiempo. No sé que me pasa... talvez me gusta porque mi relacion con ella consta de esa pseudocruel pasión que es capaz de roer hasta la fibra más solida de mi corazón. Creo que soy una masoquista, siempre terminó queriendo a quien es cruel e indiferente conmigo, al parecer es lo que me gusta (que debo ir a psicólogo?!... talvez)

la avecita resultó ser soberbia de corazón, ya no sabe lo que quiere y está confundida con el batir de sus alas. Le asustó la idea de encontrar su jauría, ha descubierto que ama y odia su soledad y es ese el desequilibrio perfecto para su pequeño cuerpecito de anís... la avecilla traicionera ya no sabe que pensar... se extraña de sus ojos, quiere donarlos al viento para que a través de él pueda ser más libre aun que ella misma. avecita de alas derretidas, adoloridas de caminar, confundidas de lágrimas y risas al azar...


ya no puedo... the right to live in peace!!

tan solo tonterias...

he renegado tanto de estar sola, de hecho sólo basta leer la entrada anterior para darse cuenta de ello. Hoy estoy confundida, me he dado cuenta que la soledad tan repelida por mi alma era mi crónica amante buscada por mi misma desde hace ya mucho tiempo. No sé que me pasa... talvez me gusta porque mi relacion con ella consta de esa pseudocruel pasión que es capaz de roer hasta la fibra más solida de mi corazón. Creo que soy una masoquista, siempre terminó queriendo a quien es cruel e indiferente conmigo, al parecer es lo que me gusta (que debo ir a psicólogo?!... talvez)

la avecita resultó ser soberbia de corazón, ya no sabe lo que quiere y está confundida con el batir de sus alas. Le asustó la idea de encontrar su jauría, ha descubierto que ama y odia su soledad y es ese el desequilibrio perfecto para su pequeño cuerpecito de anís... la avecilla traicionera ya no sabe que pensar... se extraña de sus ojos, quiere donarlos al viento para que a través de él pueda ser más libre aun que ella misma. avecita de alas derretidas, adoloridas de caminar, confundidas de lágrimas y risas al azar...


ya no puedo... the right to live in peace!!